Tres factores críticos de la estrategia empresarial

El desafío del estratega es gestionar simultáneamente tres factores críticos: valores, oportunidades y capacidades. Para idear y ejecutar una estrategia exitosa, debe analizar cada uno de estos factores para comprender cómo su organización puede crear y mantener el valor.

Paso 1: defina sus valores

Los valores se refieren a la misión de la organización. Comprender y establecer sus valores organizacionales es un primer paso crítico para diseñar una estrategia comercial exitosa y comprender cómo puede crear valor para los demás. Sus valores definen sus ambiciones y el espacio competitivo en el que opera. Ayudan a delinear lo que hará y lo que no hará para lograr su misión.

⦿ Defina su visión: ¿Cuál es el propósito de la organización, su razón de existir?

⦿ Establezca su alcance: ¿En qué mercados opera, en términos de producto y geografía?

⦿ Identifique sus aspiraciones: ¿Cómo se ve el éxito ahora y en el futuro?

⦿ Conozca las expectativas de los otros: ¿Quiénes son las partes interesadas de la organización y qué esperan de la organización?

⦿ Declare sus valores: ¿Qué espera de la organización? ¿Qué valores y creencias desea que tenga la organización?

Considerar estas preguntas lo ayudará a comenzar a identificar posiciones competitivas que creen valor para las partes interesadas. Su misión y valores definen su conjunto de oportunidades y lo ayudan a comprender cómo aprovechar y desarrollar sus capacidades.

Paso 2: explore las oportunidades competitivas

Las oportunidades se refieren a las posibles posiciones competitivas en el mercado para crear valor para las partes interesadas. Para definirlos:

⦿ Defina su industria: ¿Cuál es el campo en el que compite con los demás? ¿Quiénes son sus competidores? ¿Qué necesidades del cliente satisfacen?

⦿ Analice la estructura del mercado: ¿Qué enfoques competitivos demuestran ser superiores? ¿Cómo afecta la estructura del mercado en el que está operando a esa dinámica competitiva?

⦿ Identifique las tendencias del mercado: ¿Cómo está evolucionando la industria? ¿Qué exigen los clientes ahora y en el futuro? Debe pensar con claridad sobre el entorno económico, tecnológico y social en el que opera su organización y considerar las actividades y capacidades de sus competidores.

Definir su industria y sus competidores es engañosamente simple, pero puede ser ampliamente informado mediante un análisis completo de la competencia, un análisis ambiental, un análisis de cinco fuerzas y un análisis competitivo del ciclo de vida.

Paso 3: identifique sus capacidades

Las capacidades se refieren a las fortalezas existentes y potenciales de la organización, que alimentan los esfuerzos estratégicos de la organización. Para evaluar la estrategia de una organización, necesita una imagen clara de lo que la distingue y un sentido de la capacidad de la organización de reunir recursos y aprovechar las capacidades hacia los objetivos organizacionales deseados.

⦿ Defina su cadena de valor: ¿Cómo entrega valor? ¿Qué capacidades posee usted (o su organización) actualmente? ¿Qué los hace distintivos?

⦿ Evalúe la alineación: ¿Sus capacidades se complementan entre sí? ¿Están sus capacidades alineadas con su propuesta de valor externa?

⦿ Identifique la ventaja competitiva: ¿Son estas capacidades únicas y proporcionan la base para una ventaja competitiva? ¿Son fácilmente imitados por otros?

⦿ Analice la sostenibilidad: ¿Son sus capacidades duraderas en el tiempo? ¿Qué capacidades necesita poseer la organización en el futuro? ¿Cómo pueden desarrollarlas?

Para abordar estas preguntas puede informarse mediante un análisis de capacidad extenso, que puede ayudarlo a identificar fuentes de ventaja competitiva y resaltar brechas críticas en sus capacidades actuales. Otras herramientas, como los mapas de estrategia, pueden ser útiles para resaltar su posición frente a sus rivales y para responder si sus capacidades son únicas.

Integre sus conocimientos

Estos tres factores convergen en la posición competitiva de la organización, donde se crea y mantiene el valor para las partes interesadas de una organización. En definitiva, desarrollar una estrategia comercial efectiva es un ejercicio integrador. Implica mirar a través de una lente amplia en la organización. Mientras que las áreas funcionales de una organización (finanzas, mercadeo, contabilidad, operaciones, recursos humanos) a menudo aportan puntos de vista paradigmáticos específicos para tener en cuenta los problemas y consideraciones de la organización, la estrategia empresarial trata de cómo se combinan todas las ideas subyacentes de estas disciplinas.

El éxito de la estrategia comercial implica la creación de valor para sus inversores, empleados, clientes, proveedores y comunidades de soporte. Los axiomas comerciales comúnmente invocados como «maximizar el rendimiento de los accionistas» pueden ser útiles en la medida en que tales frases abreviadas impliquen la creación de valor para los inversores a través de la creación de valor para todas las partes interesadas clave: crear bienes que los clientes desean, entornos de trabajo que energicen las contribuciones de los empleados, etc. Maximizar el valor para los accionistas no es una dirección estratégica, ni es exógena para crear valor para los clientes, empleados o comunidades. La estrategia implica unir estas consideraciones para alinear los intereses de las partes interesadas y crear valor de manera integradora y sostenible.

Utilice una perspectiva empresarial integradora para pensar con claridad y ejercer un juicio sólido que cree un valor duradero. Cuando se implementa con éxito, una estrategia comercial efectiva puede ayudar a una organización a realizar plenamente su potencial.