De todas las habilidades «practicables», la empatía es indudablemente la más importante. Con ella podrás conseguir mayor éxito profesional y personal; además, ponerla en práctica te hará mucho más feliz.
La empatía forma parte de nuestra inteligencia emocional y se define como nuestra capacidad para percibir, compartir y comprender los sentimientos y emociones de los demás, basada en el reconocimiento de la otra persona como un ser que sufre, ama y padece igual que nosotros. Además, está relacionada con estar conscientes y respetar las diferencias del libre pensamiento.
Debes estar alerta y no confundir la empatía con la simpatía. La primera, como ya dijimos anteriormente, tiene que ver con las conexiones emocionales que nacen con otras personas, mientras que la segunda está vinculada a la forma en que usted trata a una persona naturalmente.
La clave para ser empático está en no juzgar a las otras personas. Sencillamente debes ponerte en el lugar del otro sin colocarle tu opinión de bueno o malo según tus experiencias. En general, las personas empáticas tienen menos prejuicios y aceptan a los demás tal y como son.
Beneficios de ser empático
Si todos internalizamos la definición anterior probablemente haríamos del mundo un lugar un poco mejor, pero vamos a profundizar más en este tema. El desarrollar esta virtud te ayudará a:
⦿ comprender mejor las necesidades de las personas que te rodean;
⦿ conectar más rápidamente con los demás, logrando que se sientan cómodos en tu compañía;
⦿ reforzar las relaciones profesionales y personales y a hacerlas perdurables en el tiempo;
⦿ hacer tus palabras y acciones más conscientes;
⦿ aprender a comunicarte mejor, desarrollando habilidades para transmitir ideas;
⦿ generar mayor capacidad para amar;
⦿ aceptar las diferencias sociales sin juzgar;
⦿ desarrollar la capacidad de predecir con mayor precisión las acciones y reacciones de aquellos que interactúan contigo; y
⦿ mejorar tus habilidades para resolver los conflictos interpersonales en el trabajo y en casa.
Cómo ser empático y no morir en el intento
Lo primero que debes hacer es abrir tu mente y tu corazón. De esta forma te será más sencillo escuchar conscientemente lo que la gente quiere comunicarte; así mismo, podrás considerar cuáles son los sentimientos y la motivación detrás del orador y a tomar en cuenta qué experiencias de vida te llevan a percibir cada circunstancia de la vida ajena. A partir de estas acciones será fácil ponerse en el lugar del otro. Todo esto parece muy obvio, pero desde el momento en que empiezas a practicar la empatía, verás rápidamente los beneficios que trae.
Debes saber diferenciar cuando alguien simplemente quiere que le escuchemos para desahogarse o, además de ello, espera que le aportemos nuestro punto de vista acerca de la situación. Hay veces que las personas no quieren ningún consejo. Entonces espera a recibir toda la información y así evitarás transmitir algo que no desean escuchar.
Si quieres mejorar tu calidad de vida es importante que desarrolles habilidades que te permitan lograr tus objetivos sin necesidad de pasar por encima de las necesidades de los que te rodean. Aprende a ser empático y verás que será más fácil relacionarte con los demás y llegar a tus metas.
AUTOR: Estefanía Filardi
FUENTE: Reflexiones