Un experto en la materia puede detectar en segundos una microexpresión, gestos corporales en la comunicación no verbal e incluso observar una mentira.
Existe una gran cantidad de información que se recibe al observar la comunicación no verbal de una persona, ¡es impresionante! y por tal motivo, son equipos los que generalmente analizan toda una serie de contextos para llegar a una conclusión y verter una opinión profesional de cierta situación.
No es magia que se hace en un dos por tres, no es un análisis hecho en vivo en un programa televisivo frente a una pantalla, no es una charla de una hora donde se trata de explicar toda las ciencia de la comunicación corporal.
Como todo, hay que dedicarle horas y años de estudio, yo, por ejemplo, llevo cinco años invertidos en certificaciones internacionales, estudios, lecturas y mucha disciplina en la práctica diaria con aplicaciones especiales.
¡Sí! Un experto en la materia puede detectar en segundos una microexpresión, gestos corporales en la comunicación no verbal e incluso observar una mentira al momento que se da; sin embargo, ningún experto profesional llegará a una conclusión o dará una opinión al respecto sin antes analizar exhaustivamente el contexto.
Hacerse adicto a series como «Lie to Me», «Bull» o «El Mentalista» donde todas están basadas en la observación y en la ciencia, ayudan. Eso sí, tenga en cuenta que, como todo producto de Hollywood, tiene su sal y pimienta extra.
¿Qué significa cuando alguien se cruza de brazos? ¿Y cuando se toca la nariz? ¿Y si voltea los ojos a un lado….? ¿O hacia el otro…? Todo el tiempo me hacen preguntas como éstas con el afán de aprender el lenguaje corporal de una manera mecánica y simplista, como si memorizando pose tras pose pudiésemos lograr un progreso significativo.
Es como si quisiéramos aprender chino estudiando una y otra vez un diccionario. Quizás logremos retener palabras aisladas, algunos conceptos básicos… pero hasta ahí. Luego nos preguntaremos ¿por qué es tan difícil aprender este nuevo idioma?
Algo que muchos desconocen y no pocos olvidan es que el lenguaje corporal, al igual que cualquier lengua, tiene semántica; y por ello el significado de cada código puede ser alterado por el contexto. Veamos el siguiente ejemplo verbal: ¿Qué pasaría si un japonés que está interesado en hablar español, nos preguntase el significado de la palabra «cerca»? De seguro nos vendría a la mente una barrera de madera, o quizás el concepto de proximidad en un espacio determinado. Si no nos detenemos a pensar por un instante en el «contexto correcto», de seguro la explicación no sólo será confusa, sino también destructiva.
Al obviar el contexto de la palabra y en el caso del lenguaje corporal, del gesto, nos arriesgamos a malinterpretaciones que pueden resultar desastrosas.
Ya lo dije en un artículo anterior: «querer entender un diálogo corporal con el significado de unos cuantos gestos aislados es querer entender un párrafo de quinientas palabras leyendo apenas cuatro o cinco de ellas».
Platón tenía esta frase: «No son los ojos los que ven, sino que nosotros vemos por medio de los ojos» yo agrego otra, «no es lo que yo diga, es lo que usted entiende».
El mundo exterior es únicamente una manifestación de la mente en sí misma. La mente lo capta como un mundo exterior simplemente por su costumbre de seleccionar y de razonar falsamente. El discípulo debe hacerse el hábito de observar la verdadera esencia de las cosas.
Alexis Carrel, biólogo francés, decía: «Poca observación y muchas teorías llevan al error. Mucha observación y pocas teorías llevan a la verdad».
Este es el año en que un curso de lenguaje corporal le vendría como anillo al dedo y fíjese, esto no es sólo para detectar una mentira. De hecho, es el capítulo más complejo de estudio y hasta expertos como Paul Ekman suelen ser muy cuidadosos al enseñar esta parte.
Al tomar un curso de comunicación no verbal, usted, sea cual sea su disciplina, podrá analizar con más detalle su entorno y contexto. Si, por ejemplo, se dedica al recurso humano, podrá seleccionar mejor al personal que entreviste; si es jefe de área, podrá analizar a su equipo y delegar responsabilidades a la persona correcta. Observando la conducta de un colaborador y sus resultados, puede determinar dónde es más efectivo; si es jefe de departamento y resulta que en su equipo hay puntos de fricción, usted puede descubrir la razón.
Si es el jefe de seguridad de un banco, perfectamente puede identificar las zonas vulnerables de una sucursal con sólo analizar la conducta de su cliente.
Por cierto, después de un hospital, un banco es el segundo lugar donde una persona se siente más incómoda y, mientras más rápido salga estará más cómodo, más aún si su visita coincide con un camión blindado.
Le dejo este dato, el mayor porcentaje de los despidos en las empresas no son porque el colaborador no sabe hacer su trabajo, sino por roces personales. El restante suele ser por recortes de planilla debido a ajustes económicos de la compañía.
AUTOR: Nelson Hernández
FUENTE: La Estrella de Panamá