Aunque ser auténtico es esencial en los negocios, antes de elegir un atuendo analiza la situación y al auditorio.
David Simnick ha asistido a varias rondas de inversiones, consiguiendo miles de dólares luciendo un look casual-deportivo: jeans, camisetas y zapatillas. El joven cofundador de SoapBox Soaps era dueño de un clóset que él describe como «relajado». Su socio, Dan Doll, vestía de forma parecida. Pero, un día, su imagen les jugó en su contra.
En una reunión en la que buscaban obtener más de cien mil dólares de una establecida firma de inversiones, Dall y Simnick asistieron con el atuendo informal de siempre. Después de la presentación, mientras manejaban de regreso a casa, recibieron una llamada de un mentor que había asistido a la sesión.
Fue una llamada de «¡¿En qué estaban pensando?!», dice Simnick, quien pensaba que vestirse muy formal lo haría parecer desesperado por obtener dinero. «Nuestro mentor nos dijo que, especialmente por nuestra vestimenta, hicimos una terrible impresión en un inversor de mediana edad que rechazó darnos financiamiento».
Simnick y Doll decidieron que nunca cometerían el mismo error. «Hay juntas informales que ameritan flip-flops, otras que ameritan caquis, pero las juntas con los clientes más grandes requieren traje y corbata», afirma Simnick. «Hemos aprendido a emparejar la forma en que nos vestimos con la persona con la que hablaremos».
Lo que impulsa a la mayoría de los emprendedores a iniciar un negocio es la emoción de crear un nuevo producto o servicio. ¿Pero aunado a esto no está la parte de expresarse sin límites, incluso con la vestimenta? Después de todo, ser auténtico no afectó a Mark Zuckerberg enfundado en una sudadera… ¿o sí?
«En la última década, los espacios de trabajo y las reuniones se han vuelto más relajadas e informales», explica Patty Buccellato, profesional en imagen personal. «La desventaja es que muchos emprendedores han dejado de hacer excepciones a la rutina casual, incluso en el momento de buscar financiamiento”. Desafortunadamente, estos errores no son notados hasta que las personas reciben reaolimentación negativa y el daño ya está hecho.
Aunque los emprendedores no quieren sentir que deben seguir una etiqueta de vestimenta, los expertos recomiendan buscar un punto medio funcional. ¿Cómo? Tomando en cuenta las siguientes recomendaciones:
1. Vístase para la ocasión: Buccellato describe a un cliente de alto perfil en su organización, quien típicamente usaba pantalones caqui y camisetas polo en su trabajo. «Como éste era su atuendo típico, no lo pensó dos veces antes de usarlo para unvídeo sobre la empresa a publicar en YouTube», dijo. Los directivos se dieron cuenta del error (que esa vestimenta no se alineaba con la presentación ideal de la marca) después del hecho.
«Los emprendedores enfatizan la eficiencia y las tareas», afirma la experta. «Generalmente no consideran la presentación visual que, para ser efectiva, necesita personalizarse de acuerdo con las personas con las que se tendrá interacción, así como con las situaciones».
2. No imite: Michéle Benza, consultora en imagen con clientes en Silicon Valley, describe a una emprendedora que sabía que su vestimenta formal en las reuniones era una de las razones por las que no ganaba clientes. «Ella vino a mí, queriendo modelar una nueva imagen basándose en una celebridad de la televisión, lo cual no era adecuado para ella», dice Benza. «En general, es mejor no imitar y encontrar su estilo personal».
Para las personas que no tienen presupuesto para contratar a un consultor en imagen, Benza sugiere buscar a vendedores minoristas de prestigio o a personas cercanas a quienes pudiera confiar su estilo, según su agenda y posición.
3. Practique usar ropa nueva: Ya sea que haya decidido experimentar con un estilo más elegante o casual, su nueva imagen siempre le parecerá extraña en un principio. «No hay nada peor que sentirse incómodo con la ropa nueva en una reunión, así que literalmente practique a usarla en casa», dice Benza. Si esto le suena como a ensayo de vestimenta, eso es lo que es. «Necesita portar el atuendo completo, incluyendo accesorios y zapatos», dice, destacando que se necesitan al menos doce pruebas para sentirse realmente cómodo.
4. Haga de un color su marca: Brandon Evans, fundador y CEO de Crowdtap, una plataforma de mercadeo de influencia, usa sus zapatillas Converse rojas en todas sus pláticas. «Este calzado realmente destaca, dándoles a los asistentes una forma fácil de que me encuentren en el resto del evento y otorgando una declaración más sólida que un traje o una corbata», sostiene, señalando que el rojo también es el color de su marca.
Para Evans, se trata menos de un atuendo casual versus uno formal, y más de ser auténtico y conocer a la audiencia. «Si eres un programador genio, puedes salirte con la tuya usando una playera y pareciendo algo desgarbado», dice. «Pero si tu rol involucra ventas y presentaciones, la expectativa de la audiencia será distinta».
5. Cuando dude, apueste a lo seguro: Aunque muchos emprendedores quieran presentarse en un estilo «lo que ves es lo que hay», algunas veces su ideología es demasiado suya. «Pregúntese a quién le está hablando y por qué», recomienda Buccellato. «Y cuando tenga dudas, considere que es mejor reservar la autoexpresión para su vida personal».
AUTOR: Coeli Carr
FUENTE: Entrepreneur